viernes, 13 de enero de 2012

REPTA, TREPA, ABRAZA Y LOS ASFIXIA.

Testimonio gráfico de varios árboles y bosques infestados de ojo de poeta, que se encuentran en los municipios de Medellín, Santa Helena, Envigado y El Retiro. Me pregunto que están haciendo las autoridades de dichas localidades para proteger su medio ambiente de esta plaga que, si nos descuidamos, va a acabar con los bosques   nativos y que tendrá como consecuencia una mengua de la flora, la  fauna y las aguas.


 Árboles, arbustos, plantas y rastojo, plagados de ojo de poeta, en un bosque perteneciente al municipio de Medellín.




 También invade la cuenca de la quebrada que bordea la vía El Retiro - La Fe.



 Y pulula en la cuenca del rio Pantanillo, que durante un tramo   corre paralelo a la carretera que va de La Ceja hacia El Retiro.



Y es tan voraz que se come hasta los puentes.

   Y campea en la vereda Perico, perteneciente al municipio de Santa Helena. 
Y en Envigado se traga la vegetación.

domingo, 1 de enero de 2012

PLAGIO A FAVOR: El 14 de febrero de 2012 hice llegar al periódico El Colombiano el artículo con que inicié este blog, titulado "Esa bella extranjera de ojos negros". Un periodista de dicha casa editorial se atribuyó el derecho de reencaucharlo y publicarlo con su firma el 4 de abril de ese mismo año. Aquí adjunto dicho artículo que, parasito o no, cumplió el objetivo de alertar a la comunidad sobre el peligro que entraña esta mata que si mata. Gracias José F. Loiza Bran.

Tras los ojos de un poeta parásito

Las autoridades ambientales advierten del poder dañino de la enredadera conocida como ojo de poeta: desplaza especies nativas y seca árboles.
Por JOSÉ F. LOAIZA BRAN | Publicado el 4 de abril de 2012
Se dice que sus versos llegaron de África y florecieron para embellecer el campo en Antioquia donde el clima lo permitiera. Sin embargo, ahora amenazan ahogar el paisaje del Oriente y de otras regiones del departamento.

Se trata del ojo de poeta, o susanita de ojos negros, una enredadera de menudas flores amarillas con centro oscuro, que ha sido incluida por las autoridades ambientales en la lista de especies invasoras.

Según Nancy Quintero , coordinadora del área forestal de Cornare en el Valle de San Nicolás, el ojo de poeta o Thunbergia alata -su nombre científico- "está en los predios o en cercos vivos, es como una maleza que está en todas partes. Sube por el tallo de cualquier árbol y lo empieza a secar", advierte.

Según los hallazgos de esta tecnóloga forestal, la planta es cultivada por ser bonita y porque hace algún tiempo era recomendada para cubrir de manera rápida un sitio desprovisto de naturaleza. "Pero es una especie muy invasora que ha empezado a entrar en los ecosistemas de bosque natural y a desplazar otras especies nativas, ese es el problema", afirma.

Lo que esconden
El investigador Eduardo Calderón Sáenz, del Instituto Alexander Von Humboldt, uno de los teóricos que ha estudiado las especies invasoras en el país, diferencia las más antiguas de aquellas introducidas a partir del siglo XX.

"Las primeras son relativamente bien conocidas en sus manifestaciones y efectos, mientras que las segundas nos pueden deparar todavía muchas sorpresas", señala el experto.

El concepto se podría aplicar a esta planta de flores como múltiples ojos, que ahora revela efectos perversos.

Cornare prepara un plan de manejo para controlar la propagación del ojo de poeta en su jurisdicción. Sin embargo, Nancy Quintero aseguró que ya existe una resolución del Ministerio del Medio Ambiente, que considera la planta entre las especies invasoras: un punto de partida para tomar medidas.

Otras invasoras
Pero no solo en el Oriente antioqueño, la reproducción del ojo de poeta amenaza el ecosistema. Documentos de Corantioquia reportan su proliferación en Amalfi, Andes, Bello, Caramanta, Envigado, Fredonia, Heliconia, Hispania, Medellín, Pueblobello, Pueblorrico, Salgar y Valparaíso, en lo que corresponde a su jurisdicción. Y tampoco se trata de la única especie invasora contra la cual hay recelo y esfuerzos para controlar su propagación.

Según el director de Ecosistemas de Corantioquia, Juan Lázaro Toro , en lo que respecta solo a vegetales, la entidad tiene documentadas 30 especies consideradas invasoras en el departamento.

La lista incluye plantas ornamentales como la cresta de gallo o la siempreviva, flores como el botón de oro o el cartucho, pastos como el velludo o la gordura, árboles como la acacia japonesa o la pimienta rosada e incluso algunas consideradas medicinales como el higuerillo.

No obstante, explicó el ingeniero forestal, que en el análisis que se hace sobre cada especie antes de tomar medidas de control se tiene en cuenta también la utilidad que algunas de estas plantas ofrecen como en el caso de los pastos.

Sobre este punto, Nancy Quintero advirtió el problema que genera la dispersión de árboles como el ciprés o la acacia hacia bosques nativos, donde su presencia abre la puerta hacia la explotación del área para el aprovechamiento de la madera.